El mayor mandamiento
1. Mas los fariseos cuando oyeron que había hecho callar a los Saduceos, se
juntaron en consejo. - Y le preguntó uno de ellos que era doctor de la ley,
tentándole:
Maestro: ¿Cuál es el grande mandamiento en la ley? - Y Jesús le dijo:
Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, y de toda tu alma y de todo tu
entendimiento. - Este es el mayor y el primer mandamiento.-Y el segundo,
semejante es a éste. "Amarás a tu prójimo como a tí mismo".
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (San Mateo,
cap. XXIII, v. 34 a 40).
2. "Y así todo lo que queréis que los hombres hagan con vosotros, hacedlo
también vosotros con ellos". Porque ésta es la ley y los profetas. (Id., cap. VII, v.
12). -
Y lo que queréis que hagan a vosotros los hombres, eso mismo haced
vosotros a ellos. (San Lucas, cap. VI, v. 31).
3. Por esto el reino de los cielos es comparado a un hombre rey, que quiso
entrar en cuentas con sus siervos.-Y habiendo comenzado a tomar las cuentas, le
fué presentado uno que le debía diez mil talentos.-Y como no tenía con qué pagarlos,
mandó su señor que fuese vendido él y su mujer, y sus hijos y cuanto tenía
y que se le pagase. - Entonces el siervo, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: Señor, espérame, que todo te lo pagaré.
- Y compadecido el Señor de aquel siervo, le dejó libre y le perdonó la deuda. -
Mas luego que salió aquel siervo, halló uno de sus consiervos, que le debía cien
denarios, y trabando de él, le quería ahogar diciendo: Paga lo que me debes. - Y
arrojándose a sus pies su compañero, le rogaba diciendo: Ten un poco de
paciencia, y todo te lo pagaré. - Mas él no quiso; sino que fué y le hizo poner en la
cárcel, hasta que pagase todo lo que debía.
Y viendo los otros siervos sus compañeros lo que pasaba, se entristecieron
mucho: y fueron a contar a su Señor todo lo que había pasado. - Entonces le llamó
su Señor y le dijo: Siervo mato, toda la deuda te perdoné, porque me lo rogaste. -
¿Pues no debías tu también tener compasión de tu compañero, así como yo la tuve
de tí? Y enojado su Señor, lo hizo entregar a los atormentadores hasta que pagase
todo lo que debía.
Del mismo modo hará también con vosotros mi Padre celestial, si no
perdonáreis de vuestros corazones cada uno a su hermano. (San Mateo, cap.
XVIII, v. de 23 a 25).
4. "Amar a tu prójimo como a tí mismo, hacer por los otros lo que quisiéramos
que los otros hiciesen por nosotros", es la expresión más completa de la caridad, porque
resume todos los deberes para con el prójimo. No se puede tener guía más segura sobre
este particular que el tomar por medida de lo que debe hacerse con los otros lo que
deseamos que a nosotros se nos haga. ¿Con qué derecho se exigiría a nuestros
semejantes mejores procederes de indulgencía, de benevolencia, y de afecto, que los que
se tiene con ellos? La práctica de estas máximas se dirige a la destrucción del egoísmo;
cuando los hombres las tomen por regla de su conducta y por base de sus instituciones,
comprenderán la verdadera fraternidad y harán reinar entre ellos la paz y la justicia; no
habrá ya ni odios ni disensiones, sino unión, concordia y benevolencia mutua.