EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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2. Con estas palabras Jesús designa claramente la vida futura, que presenta en todas las circunstancias como el término a donde iba a parar la humanidad, el cual debe ser objeto de las principales ocupaciones del hombre en la tierra; todas sus máximas se refieren a este gran principio. En efecto, sin la vida futura, la mayor parte de sus preceptos de moral no tendrían ninguna razón de ser; por esto aquellos que no creen en la vida futura y se figuran que sólo habla de la vida presente, no los comprenden o los encuentran pueriles.

Este dogma puede ser considerado como el eje de la enseñanza de Cristo; por esto está colocado entre los primeros, al principio de esta obra porque debe ser el punto de mira de todos los hombres, El solo puede justificar las anomalías de la vida terrestre y concordar con la justicia de Dios.