8. El que conozca un poco las condiciones en que se comunican los buenos
espíritus y su repulsión por todo lo que es de interés y de egoísmo, sabe cuán poca cosa
se necesita para alejarles; nunca podrá admitir que los espíritus superiores estén a
disposición del primero que llegue y les llame, a tanto la sesión, pues el buen sentido
rechaza tal pensamiento. ¿Acaso no sería una profanación evocar a precio de oro a los
seres que nosotros respetamos o que queremos? Sin duda que de este modo pueden
obtenerse manifestaciones; pero, ¿quién podría garantir su sinceridad? Los espíritus
ligeros, mentirosos, traviesos y toda la cohorte de espíritus inferiores, muy poco
escrupulosos, vienen siempre a responder y están dispuestos a lo que se les pregunta, sin
que les dé ningún cuidado mentir. Luego, el que quiere comunicaciones formales, debe,
desde luego pedirlas formalmente, y después penetrarse bien de la naturaleza de las
simpatías del medium con los seres del mundo espiritual. La primera condición para
adquirir la benevolencia de los buenos espíritus, es la humildad, el sacrificio la negación
y el desinterés "moral y material" más absoluto.