EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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XIII. "Por el fruto se conoce el árbol". Es preciso calificar cada acción según el fruto que resulta de ella; llamarla mala, cuando de ella proviene el mal, y buena, cuando de ella nace el bien. Esta máxima : "Por el fruto se conoce el árbol", se halla repetida textualmente en muchos parajes del Evangelio.