4. Entonces se acercó a él la madre de los hijos de Cebedeo con sus hijos, adorándole y pidiéndole alguna cosa. - El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Dí que estos mis dos hijos se sienten en tu reino, el uno a tu derecha y el otro a la izquierda. - Y respondiendo Jesús, dijo: No sabéis lo que pedís: ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber? Dícenle: podemos. -Díjoles: en verdad beberéis mi cáliz; mas el estar sentado a mí derecha o a mi izquierda, no me pertenece a mí darlo a vosotros, si no a los que está preparado por mi Padre. - Cuando los diez oyeron esto, se indignaron contra los dos hermanos. - Mas Jesús los llamó a sí, y dijo: ¿Sabéis que los príncipes de las gentes avasallan a sus pueblos, y que los que son mayores ejercen potestad sobre ellos? - No será así entre vosotros: mas entre vosotros, todo el que quiera ser mayor, será vuestro criado. - Y el que entre vosotros quiera ser primero, será vuestro siervo; - así como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en redención por muchos. (San Mateo, cap. XX, v. de 20 a 28).