9. "Sin la verdad no hay salvación", sería el equivalente de: "Fuera de la Iglesia
no hay salvación", y enteramente exclusivo, porque no hay una sola secta que no
pretenda tener el privilegio de la verdad. ¿Qué hombre es el que puede vanagloriarse de
poseerla por completo, cuando el círculo de los conocimientos se ensancha sin cesar y
cuando las ideas se rectifican todos los días? La verdad absoluta es sólo patrimonio
de los espíritus del orden más elevado, y la humanidad terrestre no podía pretenderla,
porque no le es dado el saberlo todo; sólo puede aspirar a una verdad relativa y
proporcionar a su adelantamiento. Si Dios hubiese hecho de la posesión de la verdad
absoluta la condición expresa de la felicidad futura, este sería un decreto de proscripción
general; mientras que la caridad aun en su más alta acepción, puede ser practicada por
todos. El Espiritismo, de acuerdo con el Evangelio, admitiendo que puede uno salvarse,
cualquiera que sea su creencia, con tal que observe la ley de Dios, no dice: "Fuera del
Espiritismo no hay salvación"; y como no pretende enseñar aún toda la verdad, tampoco
dice: "Sin la verdad no hay salvación", máxima que dividiría en vez de unir y perpetuaría
el antagonismo.