EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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79. Oración. (Para el enfermo). - Dios mío, vuestras miras son impenetrables y en vuestra sabiduría habréis creído deber afligir a N... con la enfermedad. Os suplico echéis una mirada de compasión sobre sus sufrimientos y os dignéis ponerles un término.


Espíritus buenos, ministros del Todopoderoso, os ruego que secundéis mi deseo de aliviarle; haced que mi oración vaya a derramar un bálsamo saludable en su cuerpo y el consuelo en su alma.


Inspiradle la paciencia y la sumisión a la voluntad de Dios, dadle fuerza para sobrellevar sus dolores con resignación cristiana a fin de que no pierda er fruto de esta prueba. (Véase la Oración número 57).