Don de curar
1. Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, lanzad demonios;
"graciosamente recibísteis, dad graciosamente". (San Mateo, cap. X, v. 8).
2. "Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente"; dijo Jesús a sus
discípulos; por este precepto prescribe que no se haga pagar lo que uno mismo no ha
pagado, y lo que ellos habían recibido gratuitamente era la facultad de curar a los
enfermos y echar a los demonios, es decir, a los malos espíritus; este don se les dió
gratuitamente por Dios para el alivio de los que sufren y para ayudar a la propagación
de la fe, diciéndoles que no hicieran con él ningún negocio, ni un objeto de especulación,
ni un medio de vivir.