1. Y cuando oréis, no seréis como los hipócritas, que aman el orar en pie en
las sinagogas y en las esquinas de las plazas para ser vistos de los hombres: en
verdad os digo recibieron su galardón. - Mas tú, cuando orares, entra en tu
aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre en secreto, y tu Padre que ve en lo
secreto, te recompensará. - Y cuando oráreis, no habléis mucho como los gentiles,
pues piensan que por mucho hablar serán oídos. - Pues no queráis asemejaros a
ellos porque vuestro Padre sabe lo que habéis menester, antes que se lo pidais.
(San Mateo, cap. VI, v. de 5 a 8).