7. El Espiritismo ensancha el pensamiento y abre nuevos horizontes; en vez de esa vista estrecha y mezquina que le concentra en la vida presente, que hace del instante que se pasa en la tierra el único y frágil eje del porvenir eterno, enseña que esta vida sólo es un anillo en el conjunto armonioso y grandioso de la obra del Creador; enseña la solidaridad que reune todas las existencias de un mismo ser, todos los seres de un mismo mundo y los seres de todos los mundos; da también una base y una razón de ser a la fraternidad universal, mientras que la doctrina de la creación del alma en el momento del nacimiento de cada cuerpo, hace que todos los seres sean extraños unos a otros. Esta solidaridad de las partes de un mismo todo, explica lo que es inexplicable, si se considera un solo punto. Este es el conjunto que en tiempo de Cristo no hubieran podido comprender los hombres, y por esto reservó su conocimiento para otros tiempos.