EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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5. Hasta el presente, la humanidad ha realizado incuestionables progresos. Los hombres, con su inteligencia, han llegado a resultados que jamás habían alcanzado, desde el punto de vista de las ciencias, las artes y el bienestar material. Aún les queda por realizar un inmenso progreso: hacer que reinen entre ellos la caridad, la fraternidad y la solidaridad, que habrán de garantizarles el bienestar moral. No habrían de conseguirlo con sus creencias ni con sus instituciones anticuadas, vestigios de otra etapa y adecuadas para una cierta época, suficientes para un momento de transición; pero que habiendo dado todo lo que tenían, hoy representarían una traba. El hombre no sólo necesita el desarrollo de la inteligencia, sino la elevación de los sentimientos, y para lograrlo es imprescindible que aniquile todo lo que en él sobreexcite el egoísmo y el orgullo.


Ese es el período en el que va a entrar a partir de ahora, y que señalará una de las principales fases de la humanidad. Esa fase, que en este momento se encuentra en elaboración, constituye el complemento indispensable del estado precedente, del mismo modo que la edad viril es el complemento de la juventud. Podía, pues, ser prevista y predicha con anticipación, y a eso se debe que se diga que los tiempos marcados por Dios han llegado.