EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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46. Aún no conocemos suficientemente los secretos de la naturaleza como para afirmar si existen o no inteligencias ocultas que rijan la acción de los elementos. En la hipótesis de que las hubiera, el fenómeno en cuestión podría ser el resultado de un acto de autoridad sobre esas inteligencias, y probaría un poder que no le es dado ejercer a ningún hombre.


Sea como fuere, el hecho de que Jesús durmiera tranquilamente durante la tempestad, demuestra de su parte una seguridad que sólo se puede explicar por la circunstancia de que su Espíritu veía que no había peligro alguno, y que la tempestad se apaciguaría.