EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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24. “Caín (después del asesinato de Abel) responde al Señor: ‘Mi iniquidad es demasiado grande para que se me pueda perdonar. Me expulsáis hoy de sobre la Tierra, y yo iré a ocultarme de vuestra presencia. Seré un fugitivo y un vagabundo en la Tierra, y entonces cualquiera que me encuentre me matará’. El Señor le respondió: ‘No, eso no sucederá, porque quien mate a Caín será castigado duramente’. Y el Señor puso una señal sobre Caín, a fin de que quienes pudieran encontrarlo no lo matasen.


”Habiéndose retirado de delante del Señor, Caín quedo deambulando por la Tierra, y vivió en la región oriental del Edén. Conoció Caín a su mujer, la cual concibió y parió a Henoc. Él construyó (vaiehi boné; literalmente: estaba construyendo) una ciudad a la que llamó Henoc (Enoquia) del nombre de su hijo.” (Génesis, 4:13 a 17.)