EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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37. Como el periespíritu es el mismo tanto en los encarnados como en los desencarnados, un Espíritu encarnado, por un efecto absolutamente idéntico, puede aparecer, en un momento en que se encuentre libre, en un punto distinto de aquel en que su cuerpo descansa, con su fisonomía habitual y con todos los signos característicos de su identidad. Ese fenómeno, del cual se conocen muchos casos auténticos, fue el que llevó a que se creyera en la existencia de los hombres dobles. *




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* Véanse ejemplos de apariciones de personas vivas en la Revista Espírita, diciembre de 1858; febrero y agosto de 1859; noviembre de 1860. (N. de Allan Kardec.)