EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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El paraíso perdido *


13. CAPÍTULO 2:8. Y el Señor Dios había plantado desde el comienzo un jardín de delicias, en el cual puso al hombre que había formado. – 9 El Señor Dios también hizo que brotara de la tierra toda especie de árboles hermosos a la vista y cuyo fruto era agradable al paladar, y en medio del paraíso ** el árbol de vida, con el árbol de la ciencia del bien y del mal. (Jehová Eloim hizo salir de la tierra –min haadama– todo árbol hermoso a la vista y bueno para comer, y el árbol de vida –vehetz hachayim– en medio del jardín, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.)



15 El Señor tomó, pues, al hombre, y lo puso en el paraíso de delicias, a fin de que lo cultivase y lo cuidara. – 16 Le dio también este mandamiento, y le dijo: “Come de todos los árboles del paraíso. (Jeová Eloim ordenó al hombre –hal haadam– diciendo: “De todo árbol del jardín –hagan– puedes comer”.) – 17 Pero no comas del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal; porque tan pronto como lo comas, morirás sin remedio”. (“Y del árbol de la ciencia del bien y del mal –oumehetz hadaat tob vara– no comerás, pues el día en que de él comas, morirás.”)



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* A continuación de algunos versículos se encuentra la traducción literal del texto hebreo, que expresa más fielmente el pensamiento primitivo. El sentido alegórico se destaca así más claramente. (N. de Allan Kardec.)
** Paraíso, del latín paradisus, derivado del griego paradeisos, jardín, pomar, lugar plantado con árboles. El término hebreo empleado en el Génesis es hagan, que tiene el mismo significado. (N. de Allan Kardec.)