EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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22. Cristo tomó de la antigua ley lo que es eterno y divino y desechó lo que sólo era transitorio, meramente disciplinario y de hechura humana, y agregó la revelación de la vida futura, aquella de la que Moisés no había hablado, la relacionada con las penas y recompensas que esperan al hombre después de la muerte (ver la Revista Espírita, marzo de 1861).