3. Las capas son generalmente homogéneas, es decir, que cada una está formada por una o
por diversas sustancias que existieron juntas y que han constituido un todo compacto. La línea de
demarcación que las separa siempre está trazada con claridad, como los cimientos de un edificio: en
ningún punto se mezclan ni confunden sus límites, como ocurre, por ejemplo, con los colores del
prisma y del arco iris.
En razón de estas características, sabemos que fueron formadas sucesivamente, depositadas
una sobre la otra en condiciones y por motivos diferentes. Las más profundas se formaron
obviamente primero y las más superficiales con posterioridad. La última de todas, aquella que
conforma la superficie, es el estrato de tierra vegetal que debe sus propiedades a los detritus de
materias orgánicas provenientes de las plantas y los animales.