EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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40. El espiritismo reúne, como ha quedado demostrado (Véase el Capítulo I, § 30), todas las características del Consolador que Jesús prometió. No es una doctrina individual, una concepción humana; nadie puede considerarse su creador. Es el fruto de la enseñanza colectiva de los Espíritus, enseñanza que conduce el Espíritu de Verdad. No suprime nada del Evangelio, sino que lo completa y lo explica. Con la ayuda de las nuevas leyes que revela, conjugadas con las que la ciencia ya ha descubierto, conduce a la comprensión de lo que era ininteligible y hace que se admita la posibilidad de aquello que la incredulidad consideraba inadmisible. Tuvo sus precursores y profetas, que presagiaron su llegada. Por su poder moralizador, el espiritismo prepara el reinado del bien sobre la Tierra.


La doctrina de Moisés, incompleta, quedó circunscripta al pueblo judío; la de Jesús, más completa, se extendió a toda la Tierra mediante el cristianismo, pero no convirtió a todos; el espiritismo, más completo aún, con raíces en todas las creencias, convertirá a toda la humanidad. *




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* Todas las doctrinas filosóficas y religiosas llevan el nombre de su fundador. Se dice: el mosaísmo, el cristianismo, el mahometismo, el budismo, el cartesianismo, el furierismo, el sansimonismo, etc. La palabra espiritismo, por el contrario, no alude a ninguna personalidad; implica una idea general que al mismo tiempo indica el carácter y la fuente múltiple de la doctrina. (N. de Allan Kardec.)