EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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35. El espíritu se purifica con el paso del tiempo y las diferentes reencarnaciones son alambiques en cuyo fondo van quedando las impurezas. El espíritu no se despoja instantáneamente de sus imperfecciones, y por tal motivo muchos, cuando mueren, al dejar la envoltura corporal, no ven a Dios, al igual que cuando estaban vivos, pero a medida que se depuran le intuyen con más claridad. Aunque no le vean, le comprenden mejor: la luz es menos oscura. Cuando los espíritus dicen que Dios les prohíbe responder a una determinada pregunta, no significa que Dios se les presente y dirija la palabra para ordenarles o prohibirles tal o cual cosa: sin que lo sientan reciben los efluvios de sus pensamiento, como cuando sentimos que los espíritus nos cubren con su fluido, aun cuando no los veamos.