EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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5. Esa misión puede también ser confiada a determinados hombres, de la siguiente manera:


Aquel a quien se le ha confiado el encargo de revelar algo oculto recibe, sin proponérselo, la inspiración de los Espíritus que saben de qué se trata, y entonces la transmite automáticamente, sin comprender lo que hace. Se sabe además que, tanto durante el sueño como en el estado de vigilia, en los éxtasis de la doble vista, el alma se desprende y adquiere en un grado más o menos elevado las facultades del Espíritu libre. Si se trata de un Espíritu adelantado y, sobre todo, si ha recibido como los profetas una misión especial en ese sentido, gozará en los momentos de emancipación del alma de la facultad de abarcar por sí mismo un período más o menos extenso, y verá como presentes los acontecimientos de ese período. Puede entonces revelarlos en ese mismo instante o conservar el recuerdo de ellos al despertar. Si esos acontecimientos deben permanecer en secreto, él los olvidará o sólo conservará una vaga intuición de lo que se le ha revelado, suficiente para guiarlo instintivamente.