22. Pero entonces, ¿por qué no se forman de la misma manera
los seres de organización compleja? Es un hecho positivo
que esos seres no han existido siempre; por consiguiente, tuvieron
un comienzo. Si el musgo, el liquen, el zoófito, el infusorio,
las lombrices intestinales y otros se reproducen espontáneamente,
¿por qué no sucede lo mismo con los árboles, los peces, los
perros o los caballos?
Por el momento, aquí se detienen las investigaciones; se
pierde el hilo conductor, y hasta que este sea encontrado, el terreno
queda abierto a las hipótesis. Sería, pues, imprudente y prematuro
presentar estos sistemas como verdades absolutas.