EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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29. Nada impide que admitamos, de acuerdo con el principio de inteligencia soberana, la existencia de un centro de acción, un sitio que emite sin cesar sus rayos e inunde el Universo con sus emanaciones, como el Sol emite su luz. Pero, ¿dónde se halla ese sentido? Nadie puede decirlo. Es posible que no se halle en ningún lugar determinado, ya que su acción no está circunscrita a sitio alguno en especial, y que recorra incesantemente las regiones del espacio sin límites. Si espíritus simples poseen el don de la ubicuidad, esa facultad en Dios debe ser sin límites. Dios llena el Universo y podríamos afirmar, como hipótesis, que ese foco céntrico no necesita trasladarse y que puede erigirse donde su voluntad soberana lo crea conveniente, por lo que se podría decir que Dios está en todos los sitios y en ninguno.