EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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4. La Química progresó rápidamente en nuestro tiempo. Relegada hasta hoy por sus propios adeptos al terreno secreto de la magia, podemos considerarla como una hija de este siglo observador, pues se basa, en mayor medida aún que sus hermanas, en el método experimental. Ella destruyó la teoría de los cuatros elementos primitivos que los antiguos reconocían en la Naturaleza y demostró, además, que el elemento terrestre es una combinación de sustancias diversas infinitamente variadas. Que el aire y el agua son también factibles de descomponerse y producto de un cierto número de equivalentes del gas. Que el fuego no es un elemento principal, sino uno de los estados de la materia, producto del movimiento universal al que esta última está sometida y de una combustión sensible y latente. En compensación, descubrió un número considerable de principios hasta hoy desconocidos, los cuales forman, mediante determinadas combinaciones, las diversas sustancias y los diferentes cuerpos que ha estudiado y que actúan, simultáneamente, de acuerdo con ciertas leyes y en determinadas proporciones en los trabajos llevados a cabo en el gran laboratorio de la Naturaleza. Ha denominado a esos principios cuerpos simples, porque los considera primitivos y no factibles de descomponer: hasta hoy ninguna operación ha podido separarlos en partes relativamente más simples que ellos mismos. *


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Entre los principales cuerpos simples, no metálicos, se cuentan: el oxígeno, el hidrógeno, el nitrógeno, el cloro, el carbono, el fósforo, el azufre, el yodo; y entre los metálicos: el oro, la plata, el platino, el mercurio, el estaño, el zinc, el hierro, el cobre, el arsénico, el sodio, el potasio, el calcio, el aluminio, etc. [N. de A. Kardec.]