EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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13. Los acontecimientos relacionados con los intereses generales de la humanidad son regulados por la Providencia. Cuando algo está en los designios de Dios, se cumple pese a todo, de una manera o de otra. Los hombres contribuyen a que se ejecute, pero ninguno es indispensable, pues de lo contrario Dios estaría a merced de sus criaturas. Si alguien deja de cumplir la misión que le corresponde, otro se encargará de ella. No existe una misión forzosa; el hombre tiene siempre la libertad de cumplir o no la que se le ha confiado y que voluntariamente aceptó. Si no lo hace, pierde los beneficios que de ahí resultarían para él y asume la responsabilidad de los retrasos que podrían derivar de su negligencia o su mala voluntad. Si se convierte en un obstáculo para que esta se cumpla, Dios podrá apartarlo con un soplido.