43. Entre las huellas más significativas de este gran desastre se encuentran las rocas
llamadas bloques erráticos. Se denominan así a los peñascos de granito que se encuentran aislados
en las planicies reposando sobre terrenos terciarios y en medio de terrenos diluvianos, a veces a
muchos cientos de leguas de las montañas de donde fueron arrancados. Es evidente que sólo
pudieron ser transportados a tal distancia por la violencia de las corrientes.8