EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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1. La Tierra conserva las huellas evidentes de su formación. Gracias a las diferentes capas que componen su corteza podemos conocer sus etapas con suma precisión. El conjunto de estos estudios constituyen la Geología, ciencia de este siglo que aclara el espinoso problema del origen de nuestro planeta y el de los seres vivos que lo habitan. No se trata de hipótesis. Es el resultado riguroso de la observación de los hechos, ante cuya presencia la duda ya no tiene más cabida. La historia de la formación del mundo está escrita en las capas geológicas, de una manera mucho más certera que en los libros preconcebidos, porque es la Naturaleza misma quien habla y se revela a sí misma y no la imaginación humana que crea sistemas. Donde se ven huellas de fuego, se puede asegurar con certeza que hubo fuego; donde se distinguen rastros de agua, se sabe que allí existió agua; donde aparecen restos animales se puede establecer que en ese sitio vivieron animales. La Geología saca conclusiones de lo que ve. En caso de duda, no asegura nada: emite únicamente opiniones discutibles cuya solución definitiva esperará observaciones más completas. Sin los descubrimientos de la Geología, como sin aquellos que aportó la Astronomía, el génesis del mundo estaría aún entre las tinieblas de la leyenda. Gracias a la Geología, el hombre de hoy conoce la historia de su planeta y el andamiaje de fábulas que rodeaban a su origen se derrumbó para no levantarse más.