EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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18. “Jesús entró de nuevo en la sinagoga, y allí encontró un hombre que tenía seca una de las manos. Y lo observaban para ver si Él lo curaba en día de sábado, para tener un motivo de qué acusarlo. Entonces dijo Él al hombre que tenía la mano seca: ‘Levántate y colócate ahí en medio’. Después les dijo a los presentes: ‘¿Está permitido en día de sábado hacer el bien en vez del mal, salvar la vida en vez de quitarla?’ Pero ellos permanecieron en silencio. Entonces, Jesús, mirándolos con ira, apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: ‘Extiende la mano’. Él la extendió y esta se quedó sana.


”En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra Él, para ver cómo eliminarlo. Pero Jesús se retiró con sus discípulos hacia el mar, y lo siguió una gran multitud de Galilea y de Judea, de Jerusalén, de Idumea y del otro lado del Jordán; y los de los alrededores de Tiro y de Sidón, habiendo oído hablar de las cosas que Él hacía, vinieron en gran número a su encuentro.” (San Marcos, 3:1 a 8.)