EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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30. En ciertos estados patológicos, en que el Espíritu ha abandonado el cuerpo y el periespíritu sólo está unido a él por medio de algunos puntos, el cuerpo presenta todas las apariencias de la muerte, de modo que se enuncia una gran verdad cuando se dice que en esos casos la vida pende de un hilo. Ese estado puede durar más o menos tiempo, e incluso ciertas partes del cuerpo pueden entrar en descomposición, a pesar de que la vida no se ha extinguido definitivamente. Mientras no se haya cortado el último hilo, el Espíritu puede, ya sea por una acción enérgica de su propia voluntad o por un influjo fluídico extraño, igualmente poderoso, ser llamado de vuelta al cuerpo. Así se explican ciertos casos en los que la vida se prolonga contra todas las probabilidades, así como también algunas supuestas resurrecciones. Es una planta que vuelve a brotar, como a veces sucede, de una única fibra de la raíz. Pero cuando las últimas moléculas del cuerpo fluídico ya se han separado del cuerpo carnal, o cuando este último llegó a un estado irreparable de degradación, el regreso a la vida es imposible. *





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*Véanse ejemplos en la Revista Espírita, “Sr. Cardon, médico”, agosto de 1863; “Una resurrección” (La mujer corsa), mayo de 1866. (N. de Allan Kardec.)