Discurso de agradecimiento del Sr. Sabò
Señores, los Espíritus también quieren aseverarnos una vez más que hemos conquistado sus simpatías al unir sus deseos a los nuestros para la prosperidad de esta santa Doctrina, que es su obra; el Espíritu Ferdinand, uno de nuestros Guías protectores, ha dictado espontáneamente la siguiente enseñanza, que tengo la felicidad de transmitiros.
“La gran familia espírita, de la que hacéis parte, diariamente ve aumentar el número de sus hijos y, en poco tiempo, no habrá más en vuestra bella patria, ni ciudades ni aldeas donde no se haya instalado la tienda de los miembros de esta tribu bendecida por Dios.
“Ya sería imposible para nosotros señalaros los numerosos Centros que gravitan alrededor del foco luminoso sediado en París, porque los Centros de las grandes ciudades son únicamente conocidos por nosotros. Entre los mismos se distingue, por el saber, por la inteligencia y por la unión fraternal, la
Sociedad Espírita de Metz. Ella está destinada a dar frutos en abundancia, y al buscar establecer con ellos relaciones amistosas basadas en una estima recíproca, vosotros llenaréis de suave alegría el corazón paternal de vuestro jefe aquí presente.
“El eminente Espíritu Erasto os lo ha dicho ayer: Sed unidos, la unión hace la fuerza. Por lo tanto, haced todos los esfuerzos para lograrlo, a fin de que en poco tiempo todos los Centros Espíritas franceses, unidos entre sí por los lazos de la fraternidad, caminen a pasos de gigante por la senda trazada.”
FERDINAND, Guía espiritual de la médium.
En conclusión, y como fiel intérprete de los sentimientos expresados por ese Espíritu bueno, manifiesto los mejores deseos a nuestros hermanos espíritas de Metz, en particular, y a todos los espíritas franceses, en general.
Señores:
Persuadido de que las calurosas palabras, pronunciadas ayer entre vosotros por nuestro honorable jefe espírita, no hayan caído en medio de las piedras ni entre los espinos, sino en vuestros corazones, ahora dispuestos a estrechar entre sí los lazos de la fraternidad, vengo a expresar mis felicitaciones a nuestros hermanos espíritas de Lyon; ellos han comenzado su tarea antes que nosotros y, para organizarse, tuvieron que pasar por las mismas dificultades que tiempo atrás nos hicieron sufrir tanto; pero, gracias al impulso que nuestro bienamado jefe les ha dado el año pasado, ellos dieron un paso inmenso en la senda bendita en que los Espíritus buenos vienen a hacer entrar a la Humanidad. Imitémoslos, señores; que una loable emulación pueda unir a los espíritas de Burdeos y de Lyon, a fin de que la comunión de pensamientos y sentimientos, de la cual todos están animados, permita que se diga de ellos: bordeleses y lioneses son hermanos.
Hago votos por la unión de los hermanos de Burdeos y de Lyon.