El año 1860
(Médium: Sra. de Costel)
Hablaré de la necesidad filosófica en que se encuentran los Espíritus de hacer frecuentemente exámenes retrospectivos de conciencia, para dar, en fin, al estado de sus mentes el mismo cuidado que cada uno da a su propio cuerpo. He aquí un año que ha terminado; ¿qué progreso ha traído al mundo intelectual? Muy grandes y muy serios resultados, sobre todo en el orden científico. La literatura, menos afortunada, obtuvo solamente fragmentos y detalles encantadores; pero como una estatua mutilada que se encuentra enterrada –y que es admirada–, lamentando haber perdido el conjunto de su belleza, la literatura no ofrece ninguna obra seria. En Francia, por lo general, ella está a la cabeza de las otras artes; este año ha sido aventajada por la pintura, que florece gloriosamente por encima de las escuelas rivales. ¿Por qué esa interrupción entre nuestros jóvenes escritores? La explicación es fácil: les falta la inspiración generosa que las luchas infunden; la indiferencia pesa sobre ellos. Son leídos, criticados, pero no se los discute apasionadamente como en mi tiempo, en que la lucha literaria dominaba casi todas las preocupaciones. Además, no se improvisa un escritor, y es un poco esto lo que cada uno hace. Para escribir son necesarios largos y profundos estudios; exactamente falta eso a vuestra generación, impaciente por el goce y preocupada ante todo por el éxito fácil. Termino admirando la marcha ascendente de las ciencias y de las artes, y lamentando la ausencia de fuerzas generosas en los Espíritus y en los corazones.
J.-J. ROUSSEAU
Nota – Esta comunicación, obtenida espontáneamente, prueba que los Espíritus que han dejado la Tierra se ocupan aún con lo que aquí sucede, se interesan al respecto y acompañan el movimiento del progreso intelectual y moral. No es desde las infinitas profundidades del espacio que ellos irían hacerlo; para esto, es necesario que estén entre nosotros, en nuestro medio, como testigos invisibles de lo que ocurre. Esta comunicación y la siguiente han sido dadas en la sesión de la Sociedad del 28 de diciembre, donde se había tratado del año que terminaba y del año que iba a comenzar; por consecuencia, son concernientes al asunto.