La ingratitud (Disertación enviada por el Sr. Pichon, médium de Sens)
Es necesario ayudar siempre a los frágiles y a los que tienen el deseo de hacer el bien, aunque sepamos de antemano que no seremos recompensados por aquellos a quien lo hacemos, porque el que se niega a agradeceros por la asistencia que le habéis dado, no siempre es tan ingrato como imagináis: bien a menudo éste actúa según los fines que Dios se ha propuesto, y muy frecuentemente sus fines no pueden ser apreciados por vosotros. Que os baste saber que es necesario hacer el bien por deber y por amor a Dios, porque Jesús ha dicho: «Quienes hacen el bien con ostentación ya han recibido su recompensa». Sabed que si aquel a quien ayudáis se olvida de ese beneficio, Dios os lo tendrá más en cuenta de que si ya hubieseis sido recompensados por la gratitud de vuestro beneficiado.
Sócrates
ALLAN KARDEC