Acerca del periespíritu
Dictado espontáneo sobre un debate que acababa de ocurrir en la Sociedad, acerca de la naturaleza del Espíritu y del periespíritu; médium: Sr. A. Didier
Acompañé con interés el debate que se estableció hace poco y que os ha suscitado grandes dificultades. Sí, faltan a las palabras color y forma para describir al periespíritu y su verdadera naturaleza; pero una cosa es cierta: lo que unos llaman periespíritu no es sino lo que otros llaman envoltura fluídica, material. Cuando se debate semejantes cuestiones, no son las frases que se debe buscar, sino las palabras. Para hacerme comprender de una manera más lógica, diré que ese fluido es la perfectibilidad de los sentidos y la extensión de la visión y de las ideas; hablo aquí de los Espíritus elevados. En cuanto a los Espíritus inferiores, los fluidos terrestres son aún completamente inherentes a ellos; por lo tanto, es materia, como veis; de ahí los sufrimientos del hambre, del frío, etc., sufrimientos que no pueden alcanzar a los Espíritus superiores, puesto que los fluidos terrestres son depurados alrededor del pensamiento, es decir, del alma. Para su progreso, el alma tiene siempre necesidad de un agente; el alma sin agente no es nada para vosotros o, mejor dicho, no puede ser concebida por vosotros. Para nosotros –Espíritus errantes–, el periespíritu es el agente por el cual nos comunicamos con vosotros, ya sea indirectamente a través de vuestro cuerpo o de vuestro periespíritu, o directamente a través de vuestra alma; de ahí los infinitos matices de médiums y de comunicaciones. Ahora resta el punto de vista científico, es decir, la propia esencia del periespíritu: esto es otro asunto; primero comprended moralmente. No resta más que un análisis acerca de la naturaleza de los fluidos, lo que por el momento es inexplicable; la Ciencia no conoce lo suficiente, pero llegará a ello si la misma quisiere marchar con el Espiritismo.