EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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129. La expresada teoría puede resumirse de este modo: El Espíritu obra sobre la materia; toma en la materia cósmica universal, los elementos necesarios para formar a su gusto los objetos, teniendo la apariencia de los diversos cuerpos que existen sobre la Tierra. Puede igualmente operar sobre la materia elemental, por su voluntad, una transformación íntima que le da propiedades determinadas. Esta facultad es inherente a la naturaleza del Espíritu, quien la ejerce muchas veces como un acto instintivo cuando esto es necesario, y sin darse cuenta. Los objetos formados por el Espíritu tienen una existencia temporal, subordinada a su voluntad o a la necesidad; puede hacerlos y deshacerlos a su gusto. Estos objetos pueden, en ciertos casos, tener a los ojos de las personas vivas, todas las apariencias de la realidad; esto es, venir a ser momentáneamente visibles y aún tangibles. Hay formación pero no creación, atendido que el Espíritu no puede sacar nada de la nada.