EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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16. Los fenómenos espiritistas, lo mismo que los fenómenos magnéticos, han debido pasar por prodigios antes que se conociese la causa; pero, como los escépticos, los espíritus fuertes, esto es, aquellos que tienen el privilegio exclusivo de la razón y del buen sentido, no creen que una cosa sea posible desde el momento que no la comprenden: he aquí porque todos los hechos reputados prodigiosos, son objeto de sus bufonadas; y como la religión contiene gran número de hechos de este género, no creen en la religión, y de ahí a la incredulidad absoluta, sólo hay un paso. El Espiritismo explicando la mayor parte de estos hechos, les da una razón de ser. Viene pues en ayuda de la religión, demostrando la posibilidad de ciertos hechos, que por no tener el carácter milagroso, no son menos extraordinarios, y Dios no es por esto menos grande ni menos poderoso, que si hubiera derogado sus leyes. ¡De cuántas pullas ha sido objeto, San Cupertín, por elevarse con su cuerpo en el espacio! Mas la suspensión etérea de los cuerpos graves es un hecho explicado por la ley espiritista; hemos sido, personalmente, testigo ocular y el Sr. Home, así como otras personas conocidas, han renovado muchas veces el fenómeno producido por San Cupertín. Luego este fenómeno entra en el orden de las cosas naturales.