EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

Volver al menú
92. La explicación dada al movimiento de los cuerpos inertes se aplica, naturalmente, a todos los efectos espontáneos que acabamos de ver. Los ruidos, aunque más fuertes que los golpes dados en la mesa, tienen la misma causa; los objetos lanzados o cambiados de puesto lo son por la misma fuerza que levanta un objeto cualquiera. Una circunstancia viene también aquí en apoyo de esta teoría. Se podría preguntar: ¿dónde está el médium en esto? Los Espíritus nos han dicho que en semejante caso hay siempre alguno cuyo poder se ejerce sin que él lo sepa. Las manifestaciones espontáneas se producen muy raramente en los puntos aislados; tienen lugar casi siempre en las casas habitadas y por causa y mediación de ciertas personas que ejercen una influencia sin quererlo; estas personas son verdaderos médiums que ellos mismos ignoran su facultad, y que nosotros llamamos por esta razón médiums naturales; son, con respecto a los otros médiums lo que los sonámbulos naturales son a los sonámbulos magnéticos, que también son dignos de observar.