EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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157. Llamamos psycografía indirecta la escritura obtenida así, en oposición a la psycografía directa o manual obtenida por el mismo médium. Para comprender este último procedimiento es necesario hacerse cargo de lo que pasa en esta operación. El Espíritu extraño que se comunica obra sobre el médium; éste, bajo su influencia, dirige maquinalmente su brazo y su mano para escribir, sin tener (es al menos el caso más ordinario) la menor conciencia de lo que escribe; la mano obra sobre la cestita y la cestita sobre el lápiz; de este modo no es la cestita la que es inteligente, es un instrumento dirigido por una inteligencia; no es en realidad sino un lapicero, un apéndice de la mano, un intermediario entre la mano y el lápiz; suprimid este intermediario y colocad el lápiz en la mano, tendréis el mismo resultado, con un mecanismo mucho más sencillo, puesto que el médium escribe como lo hace, en condiciones normales; así es que toda persona que escribe con la ayuda de una cestita, tablita u otro objeto, puede escribir directamente. De todos los medios de comunicación, la escritura de la mano, designada por algunos bajo el nombre de escritura involuntaria, es, sin contradicción, la más sencilla, la más fácil y la más cómoda, porque no exige ninguna preparación y se presta, como la escritura corriente, a las comunicaciones más extensas. Volveremos a esto mismo hablando de los médiums.