EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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151. Acontece bastante a menudo que dormitando se oyen pronunciar palabras claras, nombres, algunas veces frases enteras, y bastante fuertes que nos despiertan con sobresalto. Aunque puede suceder que en ciertos casos sea esto una manifestación muy real, este fenómeno nada tiene que sea bastante positivo para que no se pudiese atribuir a una causa análoga a la que hemos manifestado en la teoría de la alucinación, capítulo VII, números 111 y siguientes. Además de que lo que se oye de esta manera, no tiene ninguna ilación; no sucede lo mismo cuando a uno se le despierta de repente, porque entonces si es un Espíritu quien se hace oír, casi siempre puede cambiar con él algunos pensamientos y mantener una conversación regular.


Los sonidos espiritistas o pneumatofónicos tienen dos maneras bien claras de producirse; algunas veces es una voz íntima que resuena en el interior; pero aunque las palabras sean claras y distintas, sin embargo nada tienen de material; otras veces son exteriores y tan distintamente articuladas, como si proviniesen de una persona que se tuviera a nuestro lado.


De cualquier manera que se produzca, el fenómeno de la pneumatofonía es casi siempre espontáneo y solo puede ser provocado con rareza.