EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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XIX

Amigos míos y fieles creyentes, soy siempre feliz de poderos dirigir por el camino del bien; es una misión dulce que Dios me da, de la que estoy contentísimo, porque el ser útil es siempre una recompensa. Que el Espíritu de caridad os reúna, tanto a la caridad que da como a la caridad que ama. Manifestaos pacientes contra las injurias de vuestros detractores; sed firmes en el bien, y sobre todo humildes ante Dios; sólo la humildad eleva; es la única grandeza que Dios reconoce. Entonces solo vendrán a vosotros los Espíritus buenos; de lo contrario el del mal se apoderaría de vuestra alma. Sed bendecidos en nombre del Creador y os engrandeceréis a los ojos de los hombres, al mismo tiempo que a los ojos de Dios. San Luis.