EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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293. Preguntas sobre la salud


24. ¿Los Espíritus pueden dar consejos sobre la salud? La salud es una condición necesaria para el trabajo que debe uno hacer en la Tierra; por esto se ocupan de la salud con gusto; pero como entre ellos hay ignorantes y sabios, tanto para esto como para lo demás, no conviene dirigirse al primero que llega.


25. Dirigiéndose al Espíritu de una celebridad en medicina, ¿se puede tener más seguridad en un buen consejo? Las celebridades terrestres no son infalibles y muchas veces tienen ideas sistemáticas que no siempre son justas y de las que la muerte no les libra en seguida. La ciencia terrestre es muy poca cosa con respecto a la ciencia celeste; sólo los Espíritus superiores tienen la última; sin que tengan nombres conocidos para vosotros, pueden saber mucho más que vuestros sabios en todas las cosas. La ciencia sola no hace a los Espíritus superiores, y os asombraríais del puesto que ocupan ciertos sabios entre nosotros. El Espíritu de un sabio puede, pues, no saber más que lo que sabía en la Tierra, si no ha progresado como Espíritu.


26. ¿El sabio, cuando es Espíritu, reconoce sus errores científicos? Si ha llegado a un grado bastante elevado para quedar desembarazado de su vanidad y comprender que su desarrollo no es completo, los reconoce y los confiesa sin que le cause pena; pero si no está bastante desmaterializado, puede conservar alguna de las preocupaciones de que estaba imbuido en la Tierra.


27. ¿Podría un médico, evocando a sus enfermos que murieron, obtener aclaraciones sobre la causa de su muerte, las faltas que pudo haber cometido en el tratamiento, y adquirir de este modo mayor experiencia? Lo puede y le sería muy útil, sobre todo si se hacía asistir por Espíritus ilustrados que supliesen la falta de conocimientos de ciertos enfermos. Pero para esto sería preciso que hiciese este estudio de una manera formal, asidua, con objetivo humanitario y no como un medio de adquirir sin pena saber y fortuna.