EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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141. La typtología no tardó en perfeccionarse y se enriqueció con un medio de comunicación más completo: el de la typtología alfabética. Consiste en hacer designar las letras del alfabeto por medio de golpes; entonces se pudieron obtener palabras, frases y aun discursos enteros. Siguiendo cierto método, la mesa da tantos golpes como es preciso para indicar cada letra, esto es, un golpe por a dos por b y así consecutivamente; durante este tiempo una persona escribe las letras a medida que se designan. Cuando el Espíritu ha concluido, lo hace saber por un signo convenido.

Este modo de proceder, como se ve, es muy largo y necesita un tiempo enorme para las comunicaciones de alguna extensión; sin embargo hay personas que han tenido la paciencia de servirse de él para obtener dictados de muchas páginas; pero la práctica hizo descubrir medios abreviados que permitieron ir con cierta rapidez. El que está más en uso consiste en tener delante un alfabeto escrito, así como la serie de los números marcando las unidades. Mientras que el médium está en la mesa, otra personas recorre sucesivamente las letras del alfabeto si se trata de una palabra, o la de las cifras si se trata de un número; llegando sobre la letra necesaria, la misma mesa da golpe y se escribe la letra; después se vuelve empezar por la segunda, la tercera y así sucesivamente. Si se ha equivocado en una letra, el Espíritu lo advierte por muchos golpes o por un movimiento de la mesa y se vuelve a empezar. Con la práctica se va con bastante rapidez; pero se abrevia mucho adivinando el fin de una palabra comenzada, y que el sentido de la frase hace conocer; si se está en la incertidumbre, se pregunta al Espíritu si ha querido poner tal palabra, y él responde por sí o por no.