EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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155. La inteligencia que obra se manifiesta a menudo por otras señales no equívocas. Llegado al fin de la página, el lápiz hace espontáneamente un movimiento para volverla; quiere referirse a un pasaje precedente, en la misma página o en otra, busca con la punta del lápiz, como lo haría con el dedo, después lo subraya. Quiere, en fin, el Espíritu dirigirse a uno de los asistentes, la punta del palo se dirige hacia él. Para abreviar, expresa a menudo las palabras sí y no por los signos de afirmación y negación como nosotros hacemos con la cabeza; si quiere expresar la cólera y la impaciencia da golpes redoblados con la punta de lápiz y muchas veces lo rompe.