EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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312. Los sonámbulos que utilizan su facultad de un modo lucrativo, no están en el mismo caso. Aunque esta explotación esté sujeta a abusos y que el desinterés sea una gran garantía de sinceridad, la posición es diferente, atendido a que su propio Espíritu es el que obra; de consiguiente le tiene siempre a su disposición, y en realidad se explotan a sí mismos, porque son libres de disponer de sus personas, como ellos lo entienden, mientras que los médiums especuladores, explotan las almas de los difuntos. (Véase núm. 172, Médiums sonámbulos).