EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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266. Sometiendo todas la comunicaciones a un examen escrupuloso, escudriñando y analizando el pensamiento y las expresiones, como se hace cuando se trata de juzgar una obra literaria, rechazando sin vacilar todo lo que peca por la lógica y el buen sentido, todo lo que desmienten el carácter del Espíritu que se tiene por presentado, desanima a los Espíritus falaces que acaban por retirarse, bien convencidos de que no pueden engañarnos. Lo repetimos, este medio es el sólo, pero infalible, porque no hay malas comunicaciones que pueden resistir a una crítica rigurosa. Los Espíritus buenos nunca se ofenden por esto, puesto que ellos mismos lo aconsejan, y porque nada tienen que temer del examen; sólo los malos son los que se formalizan y quieren disuadir, porque lo pierden todo y por lo mismo prueban que son.

Sobre este asunto aquí está el consejo dado por San Luis:

Cualquiera que sea la confianza legítima que os inspiren los Espíritus que presiden vuestros trabajos, la recomendación que no nos cansaríamos de repetir y que tendrías que tener siempre en la memoria cuando os entregáis a vuestros estudios, es que penséis y maduréis, que sometáis a la prueba de la razón más severa, todas las comunicaciones que recibís; que no descuidéis, desde que un punto os parezca sospechoso, dudoso u obscuro, pedir las explicaciones necesarias para poderos fijar con precisión.