EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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204. Todavía debe tenerse presente otra cosa más importante que el modo de hacer la evocación, y es la calma y el recogimiento unidos a un deseo ardiente y a una firme voluntad de obtener buen éxito, y no queremos hablar aquí de una voluntad efímera que tiene intervalos, interrumpiéndose a cada minuto por otras preocupaciones, sino la voluntad formal, perseverante, sostenida, sin impaciencia ni deseo febril. La soledad, el silencio y el alejamiento de todo lo que puede causar distracciones favorece el recogimiento. Entonces sólo queda una cosa por hacer, que es renovar todos los días las tentativas durante diez minutos o un cuarto de hora, todo lo más cada vez, por espacio de quince días, un mes, dos meses, y más si es necesario; conocemos médiums que no se han formado hasta después de seis meses de ejercicio, mientras que otros escriben corrientemente desde la primera vez.