EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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207. Otro medio que puede igualmente contribuir poderosamente al desarrollo de la facultad consiste en reunir cierto número de personas, animadas todas del mismo deseo y por la comunidad de intención; simultáneamente, en un silencio absoluto y con un religioso recogimiento, que se ensayen todas a escribir haciendo cada una evocación a su ángel de la guarda o a un Espíritu simpático. Una de ellas puede igualmente hacer, sin designación especial y por todos los miembros de la reunión, un llamamiento general a buenos Espíritus, diciendo, por ejemplo: En nombre de Dios Todopoderoso, rogamos a los buenos Espíritus tengan la bondad de comunicarse con las personas aquí presentes. Es raro que entre el número no haya alguno que dé luego señales de mediumnidad, o que escriba corrido en poco tiempo.

Se comprende fácilmente lo que pasa en esta circunstancia. Las personas unidas por comunidad de intención, forman un todo colectivo, cuya potencia y sensibilidad se aumenta por una especie de influencia magnética que ayuda al desarrollo de la facultad. Entre los Espíritus atraídos por este concurso de voluntades los hay que hallan en los asistentes el instrumento que les conviene; si no es el uno, es el otro, y se aprovechan.

Este medio debe, sobre todo, emplearse en los grupos espiritistas que tienen falta de médiums o que no los tiene en número suficiente.