EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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216. Supongamos que la facultad mediúmnica esté completamente desarrollada; que el médium escriba con facilidad y que sea, en una palabra, lo que se llama un médium hecho, le sería muy perjudicial si se creyera dispensado de adquirir otras instrucciones; sólo ha vencido la resistencia material, pero entonces es cuando empiezan para él las verdaderas dificultades y cuando más necesita los consejos de la prudencia y de la experiencia sin no quiere caer en los mil lazos que se le preparan. Si quiere levantar demasiado el vuelo con sus propias alas, no tardará en ser juguete de los Espíritus mentirosos que procurarán explotar su presunción.