EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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274. Se pueden evocar todos los Espíritus a cualquier grado de la escala a la que pertenezcan; lo mismo los buenos que los malos; tanto los que hace poco que murieron como los que vivieron en los tiempos más remotos, a los hombres ilustres como a los más obscuros, a nuestros parientes, a nuestros amigos, lo mismo que a aquellos que nos son indiferentes; pero no se dice por esto que quieran o puedan venir siempre a nuestro llamamiento; independientemente de su propia voluntad o del permiso que puede serles negado por un poder superior, pueden estar impedidos por motivos que no siempre nos está permitido penetrar. Queremos decir que no hay impedimento absoluto que se oponga a las comunicaciones, salvo el que se dirá después; los obstáculos que pueden impedir a un Espíritu el manifestarse, casi siempre son individuales y dependen a menudo de las circunstancias.