EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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202. Es indiferente servirse de la pluma o del lápiz; ciertos médiums prefieren la pluma, pero esto sólo puede convenir a los que están formados y que escriben pausadamente. Los hay que escriben con tal velocidad que el uso de la pluma sería casi imposible o al menos incómodo; lo mismo sucede cuando la escritura es salteada e irregular, o cuando se comunican Espíritus violentos que golpean con la punta y la rompen destrozando el papel.