Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1859

Allan Kardec

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Comunicaciones espontáneas obtenidas en las sesiones de la Sociedad

30 de septiembre de 1859 (médium: Sr. R...)

Amaos los unos a los otros: esta es toda la ley, ley divina por la cual Dios crea incesantemente y gobierna los mundos. El amor es la ley de atracción para los seres vivos y organizados; la atracción es la ley de amor para la materia inorgánica.

Nunca olvidéis que el Espíritu, sean cuales fueren su grado de adelanto y su situación como reencarnado o en la erraticidad, está siempre colocado entre un superior que lo guía y perfecciona, y un inferior hacia el cual tiene los mismos deberes que cumplir.

Por lo tanto, sed caritativos, no sólo con esa caridad que os lleva a sacar de vuestro bolsillo el óbolo que fríamente dais al que se atreve a pedíroslo, mas salid al encuentro de las miserias ocultas.

Sed indulgentes para con las imperfecciones de vuestros semejantes; en vez de despreciar la ignorancia y el vicio, instruidlos y moralizadlos; sed afables y benévolos con todo lo que os sea inferior; proceded de la misma manera con los seres más ínfimos de la Creación, y habréis obedecido a la ley de Dios.

VICENTE DE PAÚL

Nota – Los Espíritus considerados por los hombres como santos, generalmente no se valen de esta cualidad; así, san Vicente de Paúl firma simplemente Vicente de Paúl; san Luis firma Luis. Al contrario, aquellos que usurpan nombres y cualidades que no les pertenecen, comúnmente hacen alarde de sus falsos títulos, creyendo sin duda imponerse más fácilmente; pero esta máscara no puede engañar a quien se da al trabajo de estudiar su lenguaje; el de los Espíritus realmente superiores tiene una marca inconfundible.

18 de noviembre de 1859 (médium: Sr. R...)

La unión hace la fuerza; sed unidos para ser fuertes. El Espiritismo ha germinado, ha echado raíces profundas; va a extender por la Tierra sus ramas bienhechoras. Es necesario que os tornéis invulnerables contra los dardos envenenados de la calumnia y de la negra falange de los ignorantes, egoístas e hipócritas. Para lograrlo, que una indulgencia y una benevolencia recíprocas presidan las relaciones entre vosotros; que vuestros defectos pasen inadvertidos y que sólo vuestras cualidades sean notadas; que la antorcha de la santa amistad reúna, ilumine y dé calor a vuestros corazones, y así resistiréis a los ataques impotentes del mal, como la roca inquebrantable resiste al furioso oleaje.

VICENTE DE PAÚL


23 de septiembre de 1859 (médium: Sr. R...)

Hasta el presente no encarasteis la guerra sino desde el punto de vista material: guerras intestinas, guerras de pueblos contra pueblos; no habéis visto allí más que conquistas, esclavitud, sangre, muerte y ruinas. Es tiempo de considerarla desde el punto de vista moralizador y progresivo. La guerra siembra a su paso la muerte y las ideas; las ideas germinan y crecen; el Espíritu, después de fortalecerse en la vida espírita, viene a hacerlas fructificar. Por lo tanto, no agobiéis con vuestras maldiciones al diplomático que ha preparado la lucha, ni al capitán que ha llevado sus soldados a la victoria. Grandes luchas se preparan: luchas del bien contra el mal, de las tinieblas contra la luz; luchas del espíritu de progreso contra la ignorancia estacionaria. Esperad con paciencia, porque ni vuestras maldiciones ni vuestros elogios podrán cambiar en nada la voluntad de Dios; Él siempre sabrá mantener o alejar sus instrumentos del teatro de los acontecimientos, según hayan cumplido su misión o abusado de la misma para servir a sus puntos de vista personales, del poder que hubieren adquirido por sus éxitos. Tenéis el ejemplo del César moderno y el mío. A través de varias existencias miserables y oscuras he debido expiar mis faltas, y he vivido en pasada existencia en la Tierra con el nombre de Luis IX.

JULIO CÉSAR