Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1859

Allan Kardec

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La industria

Comunicación espontánea del Sr. Croz, médium psicógrafo, leída el 21 de enero de 1859 en la Sociedad.

Las realizaciones que a cada día vemos surgir son actos providenciales y el desarrollo de los gérmenes sedimentados por los siglos. La Humanidad y el planeta por ella habitado tienen una misma existencia, cuyas fases se encadenan y se corresponden.

Tan pronto como se calmaron las grandes convulsiones de la Naturaleza, y se apaciguó la fiebre que incitaba a las guerras de exterminio, la Filosofía se abrió paso, la esclavitud fue desapareciendo y las Ciencias y las Artes florecieron.

La perfección divina puede resumirse en lo bello y en lo útil, y si Dios ha hecho al hombre a su imagen, es porque ha querido que viviese de su inteligencia, como Él mismo vive en el seno de los esplendores de la Creación.

Las realizaciones que Dios bendice –sean cual fueren sus proporciones– son por lo tanto aquellas que corresponden a sus designios, y llevan su cooperación a la obra colectiva, cuya ley está escrita en el Universo: lo bello y lo útil. El Arte, hijo de la contemplación y de la inspiración, es lo bello; la industria, hija de la Ciencia y del trabajo, es lo útil.

Nota – Esta comunicación es casi el inicio de la labor de un médium que acaba de desarrollarse con una admirable rapidez; como primer intento, se ha de concordar que es prometedor. Desde la primera sesión él ha escrito, de un solo trazo, cuatro páginas que no tienen menos mérito que lo que acabamos de leer, por la profundidad de los pensamientos, lo que denota en él una aptitud notable para servir como intermediario a todos los Espíritus para las comunicaciones particulares. Por otro lado, tenemos necesitad de estudiarlo más en este aspecto, porque esta flexibilidad no es dada a todos; conocemos algunos médiums que solamente pueden servir de intérpretes a ciertos Espíritus y para un determinado orden de ideas.

Después que esta nota fue escrita, pudimos constatar el progreso de este médium, cuya facultad ofrece caracteres especiales y dignos de toda la atención del observador.